ORACIÓN DE MEDITACIÓN
“La oración escribe Dom Columba, refiriéndose a la mental , es uno de los medios más eficaces para realizar aquí en la tierra nuestra unión con Dios y nuestra imitación de Jesucristo. El contacto frecuente del alma con Dios en la fe, por la oración y la vida de oración, ayuda poderosamente a la transformación de nuestra alma desde el punto de vista sobrenatural (…) Un alma que no se entrega con fidelidad a la oración puede recitar el oficio divino, asistir a la santa Misa, recibir los sacramentos, oír la palabra de Dios; pero sus progresos serán con frecuencia muy mediocres. ¿Por qué así? Porque el autor principal de nuestra perfección y de nuestra santidad es el mismo Dios, y la oración mantiene el alma en contacto frecuente con Dios; la oración establece y mantiene en el alma como un brasero, en el cual, aunque no siempre en actividad, se esconde siempre el fuego del amor; y cuando esta alma se pone en comunicación directa con la vida divina, por ejemplo en los sacramentos, es como un soplo poderoso que la envuelve, la levanta y la llena con una abundancia maravillosa…El reino de Dios se edifica sobre todo en el silencio; es ante todo, interior, y escondido está en las profundidades del alma... En el fondo del corazón es donde se basa la verdadera intensidad de la vida cristiana, allí donde Dios habita, adorado y servido en la fe, el recogimiento, la humildad, la obediencia , la simplicidad, el trabajo y el amor.
¿Qué mayor obra podemos realizar aquí abajo que promover el reino de Cristo en las almas?
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Dom Columba, Sufriendo con Cristo
De los Escritos Espirituales del Cardenal Merry del Val
Conferencia "La función de la contemplación en la evolución espiritual"