Oración de petición, alabanza y acción de gracias

Catequesis Don José María Iraburu

Don José María Iraburu - Dame de beber 36

1. Oración de petición, de alabanza y de acción de gracias (3:05)

Las tres formas de oración (petición, alabanza y acción de gracias) son complementarias. Por ejemplo:

· Al pedir a Dios lo estamos alabando, ya que le reconocemos como fuente de todo bien.

· La recepción de los bienes que hemos pedido a Dios suscita la oración de acción de gracias.

2. Oración de petición (4:40)

No es un género menor de oración. Prueba de ello es el Padrenuestro, que es una oración de petición con siete peticiones.

Para pedir bien hay que pedir en el nombre de Jesús, lo que supone:

· Orar al Padre en la misma actitud filial de Cristo

· Pedir tomando a Jesús como nuestro mediador

· Pedir bajo la acción del Espíritu Santo

· Pedir para que se haga la voluntad del Padre y no la nuestra. Pedir sin desapegarse de la propia voluntad no sólo es inútil, sino contraproducente

· Pedir con sencillez y sin exigencias ni amenazas

La oración de petición tiene que ir siempre por delante en todos nuestros intentos espirituales (crecimiento en virtudes) y nuestros intentos apostólicos. De hecho, la oración de petición es el medio principal para desarrollarse en la vida espiritual.

La oración de petición supone abrirse en actitud humilde a los dones que Dios nos quiera dar: Dios sólo da sus dones al que los pide con humildad, ya que sabe que este no va a atribuirlos al mérito propio.

Así, la oración de petición no tiene como fin dar a conocer a Dios nuestros deseos o necesidades, sino avivar nuestro deseo con el fin de que estemos abiertos a lo que Él quiere darnos. En la oración de petición se realiza la conversión del hombre hacia Aquel que siempre está preparado para dar (San Agustín).

La oración de petición tiene la garantía del propio Cristo (“pedid y se os dará”). Así pues, Dios siempre escucha y responde a nuestras peticiones, aunque no necesariamente del modo y en el tiempo en que deseamos.

El carácter infalible e inmutable de la providencia divina no es incompatible con la eficacia de la oración de petición. Los cristianos creemos que tanto con nuestras obras como con nuestra oración colaboramos con la providencia divina, sin pretender que con ello podamos cambiarla.

3. Oración de alabanza y de acción de gracias (30:05)

Con la oración de alabanza y de acción de gracias cumplimos nuestra vocación fundamental, esto es, glorificar a Dios.

En el Antiguo Testamento la glorificación de Dios tiene la forma predominante de alabanza. Esta glorificación de Dios, generalmente en forma de himno, brota de la contemplación de la acción de Dios en la creación o de la acción salvadora de Dios en la historia.

En la tradición cristiana, la glorificación de Dios suele tomar la forma de acción de gracias. La acción de gracias tiene que ser, para el cristiano, una actitud permanente en su vida. Todo lo que hagamos hemos de hacerlo para gloria de Dios en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

En cuanto a las oraciones de alabanza cristianas, éstas tienen una estructura similar a la de los himnos del Antiguo Testamento pero tienen como objeto a Jesucristo y a la Santísima Trinidad.

4. Ejemplos prácticos tomados de los salmos (44:40)